Una imagen vale más que mil palabras...
Cuando hablamos, como es este caso, de un disco, de la música, de un grupo… obviamente, lo más importante para que el disco se venda, o no, será la capacidad de la banda para crear buena música y de la inversión económica destinada a la promoción del proyecto.
Sin embargo, no debemos olvidarnos de lo que será uno de los primeros impactos visuales que acompañará al trabajo realizado. Una portada de calidad será decisiva para causar, con un sólo golpe de vista, una correcta impresión de la banda y su nuevo proyecto, incluso más que eso.
Es de vital importancia que ésta sea atrayente, descriptiva, en su mensaje y simbología, acorde al estilo de música que representa, a la filosofía de la banda y a la temática del disco en sí.
La homogeneidad en el diseño del conjunto (portada, contraportada, libreto y galleta) es lógica y necesaria.
Pero cuando hablamos de grupos noveles que autoproducen sus cds,
a los cuáles se destina una más que justa inversión en promoción, la cosa
cambia...
En las mesas y estanterías de los despachos de promotores, productores y managers se amontonan decenas de discos de nuevos grupos que, sólo por el esfuerzo que cuesta sacar un disco, merecen la oportunidad de ser escuchados.
Las montañas de cds por escuchar, la acumulación del trabajo, hacen que un buen diseño de portada sea crucial para que el próximo disco que escoja y escuche un productor o manager, de entre esa pila de cds, sea el tuyo.
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